Rebeca Andrade le arrebata un oro a Simone Biles
La brasileña, campeona del mundo en 2022, se lleva el título en salto, la prueba estelar de la estadounidense, segunda pese a los fallos.
Sorpresa mayúscula en los Mundiales de artística en Amberes: Simone Biles, la gimnasta que domina el mundo, la que tiene el salto más valorado de todas las participantes, el Biles II, con un par de ejercicios por encima de los 15 puntos, se quedó con la plata en el aparato que es única y adelantada. La brasileña Rebeca Andrade, la campeona del Mundo de 2022, ahora plata, y también especialista en el salto, cerró la competición de la prueba, que dominaba desde el inicio la estadounidense, y con una media de 14,75 se lleva el premio gordo.
El caso es que Biles, que ayer no utilizó el Biles II, esta vez sí lo marcó por aquello que en la final es con dos saltos diferentes que hacen la media definitiva. En el primero se cayó en la salida, con 0,5 de penalización extra por tener al entrenador en el podio como ayuda, y así y todo fue el tercer mejor salto de los primeros (14,333), que con los 14,666 del segundo la mantuvieron en la cabeza hasta la novena competidora, la brasileña, que cerraba el salto…y 15,00 en el primero y 14,50 en el segundo, que si bien tenía 0,60 puntos menos de dificultad que el de Biles sí lo completó con una mejor ejecución, con un total de 14,750.
En la final de asimétricas ya se esperaba que Simone Biles no estaría en el podio, porque es por tradición el aparato que se le atraganta. Acabó quinta (14,20), como se intuía, y aunque ganó la china Qiyan Qiu (15,10) que venía con la mejor nota, la argelina Kailya Nemour se dejó el oro porque restó 0,20 décimas de dificultad a su ejercicio, y se quedó en 15,033 con la plata. El bronce, para la segunda estadounidense, Shilese Jones, con 14,766, que está siendo una enorme escudera de la líder de su equipo.
En el suelo masculino también hubo relativa sorpresa, porque ganó el israelí Artem Dolgopyat, aunque no se trata de un recién llegado, sino que es el campeón olímpico en la prueba, de 26 años, nacido en Ucrania, hebreo por línea paterna, soldado profesional durante en tiempo en Israel, que en una jornada como la de hoy debía andar aturullado con lo que está pasando en su país. Un suelo espectacular, de 6,40 de dificultad, le valió el oro con 14,866, escoltado por el japonés Kazuki Minami (14,666) y el kazajo Milas Karimi (14,60).
En el caballo arcos, el irlandés, Mc Cleanagham (15,10) se apuntó el aro en una prueba en la que de entrada fallaron los dos favoritos, y dejó el podio totalmente abierto. El segundo puesto se lo llevó el estadounidense Khoi Young (14,966) con el bronce para el jordano Abu al Soud, que no es una sorpresa porque su ejercicio es de los que tiene gran dificultad (14,633). En el último aparato de la jornada, mano a mano entre dos campeones, el griego Petrounias, seis veces titular de Europa, tres del Mundo, y oro olímpico, que acabó con 15,066, un especialista de la prueba que es la única que disputa, y el chino Liu Yang, el vigente campeón del Mundo y olímpico, que retuvo el títulos con 15,233.
Este domingo se cierra el Mundial con las dos finales femeninas, suelo y barra de equilibrios, con Simone Biles de favorita para sacarse la espina de este sábado que cierra con sólo una plata. En hombres, queda salto, paralelas y la barra fija, el aparato que destaca por la espectacularidad.
